
Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, decía el poeta. Quizá no esté de acuerdo. Porque no pasan los años, pasan las cosas. A los años les da igual todo. Y lo que pasa es que quedas, ahí estás, igual que siempre, pero de otra manera. Crees que te marchitas y te evaporas. Tu memoria se desvanece, pero eso no tiene importancia. La naturaleza tiene preparado un sortilegio para hacerte inmortal.