70 veces 7. Significado bíblico.

«Y fueron todos los días de Lamec 777 años; y murió.»

Génesis 5:31
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“Si siete veces será vengado Caín, Lamec en verdad setenta veces siete lo será.”

“Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.”

Setenta veces siete. Dos veces se repite esta idea a lo largo de la Biblia, una vez en Génesis, al principio, y otra en el Evangelio de Mateo. ¿Qué significa? ¿Tienen alguna relación?

Nuestro amigo epaolett nos hace esta interesante pregunta. Se hace eco de la posible importancia que tienen los números para la interpretación de algunos pasajes de los textos bíblicos. 

Veamos, la primera cita la encontramos en Génesis 4:24, en el enigmático poema de Lamec, descendiente de Caín, que abordamos en uno de nuestros episodios del Resumen de la Biblia.

Gn 4, 23-24:

“escuchad mi dicho:

Que un varón mataré por mi herida,

Y un joven por mi golpe.

Si siete veces será vengado Caín,

Lamec en verdad setenta veces siete lo será.”

Como sabemos, los poemas, por su forma precisa y su estética oral, suelen ser más resistentes a la corrupción con el paso del tiempo, y suelen transmitir un mensaje más fiel a la idea original con la que fueron redactados. Este poema en hebreo puede que sea una de las composiciones más antiguas que se recogen en la Biblia. La temática de justicia y venganza, así como el énfasis en el poder masculino, invitan a pensar en una literatura antigua de influencia mesopotámica, quizá compuesto mucho antes del exilio babilónico, aunque fuese seguramente incorporado en la redacción final del Génesis en una etapa posterior. Las similitudes con la epopeya de Gilgamesh y con el Código de Hammurabi apoyan esta hipótesis. Aunque no existe un consenso pleno acerca de la datación de este fragmento, podríamos sospechar que fue compuesto alrededor del s. X a. C, quizá incorporado al corpus bíblico en el periodo del exilio babilónico, aunque no podemos descartar alguna manipulación posterior para adaptarlo a un contexto contemporáneo de la fijación del texto definitivo. Sea como fuere, parece sensato reconocer un eco muy antiguo en el poema de Lamec.

La segunda fue redactada muchísimo tiempo después, en griego koiné, en la segunda mitad del primer siglo de nuestra era, probablemente en la década de los ochenta, recogida en el Evangelio de Mateo:

Mateo 18, 21-22:

“se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.”

Podemos intuir una diferencia de unos mil años entre una y otra, escritas además en idiomas diferentes, hebreo y griego, con raíces lingüísticas distintas, uno semítico y otro indoeuropeo. Obviamente, Jesús no debió pronunciar esas palabras en griego, sino en arameo o tal vez en hebreo, por lo que podemos sospechar, como bien intuye nuestro amigo, que Jesús, o Mateo, conocía el poema de Lamec, o al menos que “setenta veces siete” era una expresión conocida que tenía un significado más allá del valor numeral.

Analicemos la cita hebrea. El número 70 en hebreo se expresa como שִׁבְעִים (shiv’im). Se deriva de la raíz triliteral ש-ב-ע (Sh-B-A), que está relacionada con el concepto de «siete» (שֶׁבַע, sheva). Esta raíz aparece en palabras relacionadas con el número 7 y su simbología, como «saciedad» o «plenitud», dado que el siete tiene connotaciones de completitud en la tradición hebrea. Para construir el número setenta se utiliza el sufijo plural masculino hebreo, -ים (-im). En este caso no implica pluralidad real, sino que es parte del sistema de construcción de los números decimales, multiplicación de una base por diez. Para pasar del 7 שֶׁבַע, sheva, al 70, שִׁבְעִים, shiv’im, observamos un cambio vocálico muy común en hebreo cuando se añade un sufijo a una raíz. El patrón de construcción de las decenas en hebreo sigue una lógica similar: por ejemplo, שְׁלוֹשִׁים (sheloshim, 30) → de שָׁלוֹשׁ (shalosh, 3).

Como hemos dicho, y es de sobra conocido, el número 7 en la tradición hebrea tiene una simbología que nos evoca el campo semántico de la plenitud o la completitud. Así pues, el simbolismo del 70, construido como un plural de 7, tiene un valor simbólico de énfasis sobre el concepto de plenitud, cuyo valor en la cultura hebrea se hace presente en muchísimas ocasiones a lo largo de la Biblia hebrea. Pongamos algunos ejemplos llamativos:

  • Los años de Lamec, 777.
  • Taré tenía 70 años cuando engendró a Abram.
  • 70 fueron las personas de la casa de Jacob que entraron en Egipto.
  • 70 días lloraron los egipcios.
  • 70 eran los ancianos de Israel en el Monte Sinaí.
  • 70 siclos pesaban los jarros de plata que se citan trece veces en Números.
  • 70 reyes, 77 varones, 70 hijos, 70 gobernadores, 70 siclos de plata, 70 hermanos asesinados y 70 burros aparecen en Jueces.
  • 70 años cuenta Jeremías que duró exilio en Babilonia.

En todos esos casos hemos de entender un énfasis simbólico en el sentido de abundancia y plenitud, y no leer textualmente el número como si se tratase de un guarismo estadístico, ni tampoco intuir un significado mistérico profundo.

Veamos ahora el caso de Mateo, en griego, más cercano a nuestra lengua: ἑβδομηκοντακίς ἑπτά, jebdomecontaquís eptá. La primera palabra, ἑβδομηκοντακίς jebdomecontaquís, es un adverbio múltimplo de ἑβδομήκοντα jebdoméconta, que es 70, es decir, setenta veces. ἑπτά, eptá, es 7. Así ἑβδομηκοντακίς ἑπτά, jebdomecontaquís eptá: setenta veces siete. 
Así pues podemos observar una diferencia morfológica entre la expresión en griego, ἑβδομηκοντακίς ἑπτά, jebdomecontaquís eptá, que podemos traducir con rigor por “setenta veces siete”, y la expresión en hebreo, que no dice textualmente “setenta veces siete”, sino שִׁבְעִ֥ים וְשִׁבְעָֽה׃, «shiv’im ve-sheva’ah», cuya traducción literal sería más bien “setenta y siete”, setenta, conjunción, siete, con final de oración. Debemos añadir que en el poema de Lamec, nuestra traducción dice “si siete veces será vengado Caín”, pero en hebreo dice textualmente שִׁבְעָתַ֖יִם, shiv’atayim, algo así como «siete dos», que no es una construcción numeral en hebreo y que podríamos traducir por siete veces, o siete pares, o dos veces siete, o interpretar de forma amplia en un sentido de plenitud duplicada o repetida. Por tanto, amigo epaolett, lamento deshacer la magia, pero no son la misma expresión repetida con una diferencia de mil años en dos idiomas distintos. No obstante, es muy probable que la cita de Jesús esté inspirada en la simbología hebrea que de seguro conocía, plenitud, saciedad, completitud. Y podríamos decir entonces, sin miedo a equivocarnos, que, en ambos casos, la idea esencial es la misma en las dos citas: una meta-hipérbole literaria para enfatizar la hipérbole de la completitud que encierra el número siete y sus múltiplos. Así pues, sin necesidad de recurrir a interpretaciones imaginativas y misteriosas: Lamec será vengado “innumerables veces”, y Jesús perdonaría al hermano “hasta la saciedad”.

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