
Tú el huracán, el viento desatado,
la brisa corta yo, que dulce corre,
un suspiro, una nube, y tú una torre,
tú el sol y yo un destello reflejado.
Yo solo soy un mi desafinado,
la escala tú, que el músico recorre,
yo un tachón que no quiero que se borre
del cuadro que en tu pecho hay dibujado.
Así tienes el alma de colores,
tan llena, en mi camino hacia el ocaso,
la boca, tú de fruta y yo de hambre.
Hay sangre en el camino y también flores,
que vamos derramando a cada paso.
Sí, claro, tú las flores, yo la sangre.
*
Si quieres estar al tanto de mis publicaciones solo tienes que dejar tu correo y te llegará una notificación con cada texto nuevo:
*
Si te gusta mi trabajo y eres tan amable de apoyarlo te estaré siempre agradecido. Así me ayudarás a seguir creando textos de calidad con independencia. Te lo recompensaré.
Puedes suscribirte por 2 € al mes. A cambio tendrás acceso a todo el contenido exclusivo para suscriptores y te librarás de la publicidad en la página. También recibirás antes que nadie y sin ningún coste adicional cualquier obra literaria que publique en papel. Puedes abandonar la suscripción cuando quieras, no te guardaré ningún rencor.