
*Publicado en InformaValencia.
En estos tiempos que corren, donde tanta importancia se le da a los bulos, empieza a ser el momento de que alguien descubra el sinfín de mentiras taxonómicas que invaden la opinión pública. Eso sí es importante y no lo que dicen los políticos.
Uno de los más conocidos y que nadie se atreve a criticar es el de que los leones son felinos. Pues no lo son, ya es hora de que alguien lo diga. Ni los leones, ni los tigres, ni los leopardos, ni los jaguares, ninguno es un felino. Son panterinos. Es más, todos esos se llaman pantera. Los felinos son los gatos, los linces, los pumas y esa gente. Los podéis distinguir por el rugido: si ruge no es felino. Del león marino ni hablamos.
El buey almizclero es una cabra, no es un buey. Así como la oveja, que viene siendo caprina a fin de cuentas. Las vacas, en cambio, sí son bueyes. Todos ellos son bóvidos, esos animales herbívoros y rumiantes tan simpáticos que pertenecen al orden de los artiodáctilos. Los artiodáctilos, como todo el mundo sabe, se caracterizan porque caminan de puntillas con un número par de dedos, generalmente calzados con pezuña, como el ciervo o el impala. La ballena, obviamente, es un artiodáctilo también, aunque corre el bulo de que no. Así son todos los cetáceos, solo que van desnudos y sin zapatos porque les gusta mucho bañarse.
Hablando de cetáceos, la orca es un delfín, no una ballena. Las ballenas no son depredadores, son bonitas. Los delfines, en cambio, son sanguinarios como los humanos, no os dejéis engañar. El tiburón blanco también es sanguinario, pero eso no tiene nada que ver. Por cierto, no es blanco, es gris. El tiburón ballena es un bulo sin más, porque ni es una ballena ni es un tiburón carnívoro. No obstante, los tiburones han probado todo tipo de adaptaciones evolutivas, así que lo dejaremos pasar como broma: tiburón martillo, con forma de herramienta, tiburón ángel, con las alas abiertas, tiburón anguila, como las anguilas, cerdo marino, tanto el normal como el espinoso, tiburón sierra, sin comentarios, tiburón cornudo, que lo llaman así para liarnos, porque no tiene cuernos, tiburón gato, tiburón alfombra, de alfombra teselada y de alfombra con cola larga, tiburón tigre, que es muy peligroso, obviamente, tiburón cebra, que es inofensivo, claro, tiburón comadreja, tiburón zorro, que tiene la cola tan larga que es capaz de pinchar pájaros al vuelo, tiburón clavo, para completar la ferretería, tiburón perro, con toda la gama de perros, desde el tollo pajarito hasta el de nariz rugosa, nariz de flecha o nariz simplemente larga, el granulado, el lucero peine, el cigarro, el cigarro chino también, el bigotudo, el calvo… En fin, podría no terminar. Mi preferido es el tiburón helicóptero, ya sabéis por qué.
Los mamíferos ponen huevos. No todos, pero sí en general. Es de primero de taxonomía. El bulo es lo contrario. Algunos mamíferos han evolucionado y ya no ponen, eso es verdad. Pero el taxón más arcaico de los mamíferos es el de los monotremas, que siguen poniendo huevos como Dios manda y amamantando a sus crías cuando salen del cascarón. El hecho de que la equidna y el ornitorrinco sean los únicos conservadores que quedan de esa tradición mamífera no justifica que la gente vaya por ahí diciendo que no ponen huevos y ninguneando a las minorías.
Los dinosauros se extinguieron nosecuando. Otro bulo taxonómico y de los más graves, porque le quita a sus descendientes la dignidad de la memoria histórica. No se extinguieron, ni mucho menos, quedan unas 10.000 especies vivas. Ahí tenemos a la gallina, al pingüino y al cuco pidiendo que saquen de las cunetas a sus antepasados. Pero ni caso. Todas las aves descienden de los dinosaurios. Y no, no del pterodáctilo, que no era dinosaurio, sino pterosaurio, que parece mentira que haya que explicarlo también. Las aves descienden de los dinosaurios saurisquios, como el tyrannosaurus rex, ¿o acaso no es evidente el parecido que todavía conserva con el gorrión y con el pato? Y ya que estamos, hay independentistas genéticos que dice que los cocodrilos, los lagartos, las tortugas y todos esos animales descienden de los dinosaurios, lo cual es un disparate que conviene desmentir. Tanto los cocodrilos, como los lagartos y las tortugas tienen un origen evolutivo anterior a los dinosaurios. Basta ya de engañar al pueblo.
El oso hormiguero no es un oso, sino un vermilinguo. El oso de agua tampoco es un oso, sino un tardígrado, ni es de agua, porque lo mismo está en el agua que en el espacio exterior sin oxígeno y tan campante. El oso panda, por cierto, sí es un oso, pero el panda rojo no es un panda, ni siquiera un oso, es un musteloideo, como las mofetas. Y ya que lo estamos diciendo todo, que se sepa que el oso perezoso no es un perezoso: el perezoso es un folívoro que vive de las hojas y a la bartola, mientras que el oso perezoso es una bestia de dos metros que de un zarpazo te quita la tontería y no vuelves a confundirlo.
Los caballitos de mar son acantopterigios, es decir, peces con aletas y espinas, como las lubinas y los San Pedros. Nada de caballitos. Los dragones de mar tampoco son dragones, solo faltaba: vienen a ser como los caballitos, pero envueltos en un traje foliar escandaloso que parece sacado de los mundos de Tolkien. Por cierto, ambos se reproducen por huevos, claro, pero los fecunda el macho en su vientre y luego es él quien da a luz. Lo digo por las feministas, para que vayan a poner orden ahí, que es intolerable.
Los bulos en el reino vegetal son todavía más escandalosos. Los tomates son frutas, como los calabacines o las berenjenas, es decir, flores fecundadas, con todos sus ingredientes y semillas dentro. Es vergonzoso cómo se pretende confundir al consumidor. También lo es el melón, obviamente. Las fresas, en cambio, no lo son: son engrosamientos de una inflorescencia; sus frutos, en realidad, son esos puntitos amarillos que tienen alrededor. Los tomates, por cierto, son patatas, subgénero potatoe para más señas. Que haya que recordarlo es una vergüenza. Las patatas, patatas son, no tiene misterio.
Las cebollas son ajos, los puerros son ajos y las chalotas son ajos. Las cebolletas no son cebollas, sino ajos también. Todo son ajos, hasta los ajos tiernos. Y los ajos, a fin de cuentas, son espárragos, como todo el mundo sabe, por más que lo quieran ocultar. No todos los espárragos son ajos, eso sí, que espárragos hay como 26.000 diferentes, algunos tan hermosos como las orquídeas.
Las castañas, las avellanas o las bellotas son nueces, y sin embargo nadie lo dice. Las nueces, en cambio, no son nueces, eso es un bulo como la catedral de Burgos. Sobra decir que las nueces de verdad son indehiscentes y monospermas, y además tienen el pericarpio duro. Es una infamia, por tanto, sostener que el fruto del nogal es una nuez cuando todo el mundo sabe que tiene el pericarpio blando y viene del involucro, no del ovario ínfero como las auténticas nueces. El fruto del nogal es una trima, no una nuez, ya vale de engaños. Y los más progres aún tienen los santos huevos de ir por ahí hablando de las nueces de Macadamia como si nada… Es de vergüenza, ¡pero si ni siquiera son monospermas! Yo no sé adónde vamos a llegar.
Las bayas del enebro, esto es, las nebrinas, esas que se ponen los pijos en el gintónic, no son bayas, son gálbulos, o sea, estróbilos, es decir, piñas. No sé con qué intención se dice lo contrario. Las bayas son las grosellas, los arándanos, las uvas y todo eso, esas frutas que tienen el pericarpio carnoso y está riquísimo. Las nebrinas en cambio son una porquería amarga incomible. Son bayas los plátanos, los pepinos, las sandías… y bien buenas que están. También lo son el tomate y el pimiento, que lo cortés no quita lo valiente. Las piñas, por cierto, esas frutas amarillas con las que hacemos zumo, no son piñas. Las piñas de verdad son estróbilos, o sea, gálbulos, y no lo pienso repetir.
Las piñas de mentira, ya que sacáis el tema, es decir, las del zumo, son el fruto de una planta poal, que no os engañen. Es fácil darse cuenta porque pertenece al mismo clado que todas esas plantas que tienen los estilos bien desarrollados, ya me entendéis: los juncos, el césped, los girasoles, el arroz, el bambú, el trigo, etc. Incluso el papiro es una poal. El papiro, sí, el de los papiros para escribir. Pero las poales no son palmeras, no os dejéis llevar por lo que dicen los medios, que mienten más que hablan. Las palmeras son las que dan cocos y dátiles, no piñas. Las que dan plátanos tampoco son palmeras, sino zingiberales, como el jenjibre, que solo tener que recordarlo me pone de los nervios. El ave del paraíso también es como el jenjibre y el platanero, una zingiberal de tomo y lomo, si bien hay un pájaro que lo llaman igual porque se parece mucho y para confundirnos.
La flor del pis es un insulto, ale, ya lo he dicho. Porque nada tiene que ver con el pis, sino con la mostaza blanca, que para lo mismo sirve, para hacer ese condimento que está tan rico. Además, no deja de ser una mostaza de campo, sinapis al fin y al cabo. La mostaza negra, en cambio, no es como la mostaza, por más que digan. Es una brassica, igual que la mostaza india, la marrón, la de Abisinia, la larga, la de hoja o la asiática. Todas son bulos, no están buenas, sirven para combustible. Y como las mostazas esas son un asco no te cuentan que el repollo, el nabo, la col o los grelos también lo son, brassicas por las cuatro ramas. Es de locos.
Sin paños calientes: el cacahuete no es un fruto seco, sino una semilla, un haba, para entendernos, como los garbanzos y los chochos. Los guisantes también son habas, y las judías, y la soja, y las lentejas, y la alfalfa, y el trébol. Las habas también son habas, faltaría más. La almendra sí es un fruto, pero lo que nosotros nos comemos es solo la semilla de la almendra, aunque corre el bulo de llamarla igual. Y le dicen fruto seco así sin despeinarse. El almendro, por cierto, es un pruno, tan pruno como el cerezo, el melocotonero, el ciruelo o el paraguayo, por más que se empeñen en ocultarlo.
En definitiva, y esto es lo que nadie quiere que sepas, el almendro y los prunos, así como el níspero y el membrillo, son todos rosas, como lo son la fresa o la zarzamora. También la fruta prohibida es una rosa, evidentemente, como la pera es fruto de un rosal.
*Foto del autor.